Hola amigos .
Mi intención es ordenar y sintetizar un tema que podría ser muy extenso ya que cuando hablamos de la palabra Resonancia podemos referirnos a ella en diversos contextos; desde la química, la astronomía, la mecánica y la electrónica, hasta la música, la acústica y la física cuántica, siendo ésta última la que mayor soporte da a nuestra manera de tratar y a los sorprendentes resultados de la terapia.
Sin olvidarme de la teoría de la resonancia mórfica del biólogo vanguardista Rupert Sheldrake tachado de hereje en los años 80, cuando publicó su libro “Una Nueva Ciencia de la Vida”.
La teoría de Sheldrake explica fenómenos como la telepatía o la interconexión que muchas personas sienten entre sí estando en la distancia. Nos habla de que existen campos de información que van moldeando nuestra existencia como pertenecientes a una determinada especie, ideas, pensamientos y acciones, se convierten en hábitos que quedan registrados como una red formando este campo. Su teoría podría ser la explicación científica de conceptos como por ejemplo; los campos akáshicos de la filosofía védica y el inconsciente colectivo de Carl Jung.
Volviendo al término Resonancia, éste alude a un conjunto de fenómenos que tienen que ver con oscilaciones de movimiento y determinadas frecuencias. Sucede que, cuando dos sistemas resuenan, las oscilaciones de dichos sistemas quedan reforzadas.
Sabemos que todo en el Universo vibra. No hay nada que esté quieto, incluso la Quietud es dinámica, todo vibra y esas vibraciones generan ondas cíclicas con determinadas frecuencias. Una frecuencia es la magnitud que mide el número de repeticiones por unidad de tiempo de cualquier fenómeno o suceso periódico. La frecuencia vibratoria de una onda sonora por ejemplo, se mide en herzios. Nosotros medimos la frecuencia de las Mareas en ciclos por minuto, cada Marea tiene una magnitud o “campo de escucha” y un determinado ritmo.
Se sabe que las ondas que genera nuestro cuerpo, además de hacer vibrar a todo lo que hay alrededor, lo hace oscilar y también provoca la reflexión, es decir, que parte de lo que emitimos, lo volvemos a recibir. Esta oposición a nuestras ondas, hace que otros cuerpos generen otras ondas que pasan a formar parte de las nuestras. Así que nunca podemos decir que”pasamos de”…, porque todo lo que emitimos vuelve a influir en nosotros.
Esto lo podemos referir a la sala de tratamiento; ¿qué hace que nuestro cliente se asiente en la primera fase de la sesión? «Simplemente» la resonancia con el operador o terapeuta. Nosotros nos alineamos, sintonizamos o nos conectamos con las Fuerzas Universales y esto nos lleva a un cambio fisiológico en nuestro sistema nervioso, en la coherencia cardiaca, etc. En otras palabras, nos armonizamos con una frecuencia dada que determina cierto patrón de salud o matriz original, (cómo le llama el doctor Jealous) y el cliente resuena con nosotros o entra en resonancia.
Y no queda ahí, en las siguiente fase, cuando emerge el plan de tratamiento inherente, gran parte de la información nos llega por resonancia directa en nuestro cuerpo, independientemente de si estamos tocando con las manos o no. Al principio esto puede confundir, los alumnos se preguntan ¿es mío? ¿es del otro? con el tiempo se aprende a distinguir, lo que es de uno y lo que se está dando en el campo relacional. Lo que siempre digo, un camino de ida y vuelta, llamada reflexión. Y cómo he escrito antes, cuando dos sistemas resuenan, las oscilaciones de dichos sistemas quedan reforzadas. Por eso nos sentimos tan bien cuando practicamos!!
En resumen, igual que hay un Inteligencia subyacente que impulsa a la vida a manifestarse, en las relaciones humanas también existe una ley de resonancia de las frecuencias entre ellas.
Nuestro cuerpo, tenderá a acercarse a personas que estén en resonancia con las ondas que generamos, porque nuestras células buscan la armonía para mantenerse sanas. Si estamos en presencia de una persona que “no resuena” con nuestras células, todo nuestro cuerpo lo detectará y el cerebro enviará una sensación de malestar para que nos ayude a tomar la decisión de alejarnos. El cuerpo siempre tenderá a relacionarse con aquellas personas que estén en resonancia armónica contigo, siempre que estés en armonía…
Para terminar quiero añadir otro dato interesante y es que la vibración también es una forma de comunicación celular y bacteriana. Las colonias celulares y bacterianas de nuestro cuerpo tienen receptores para saber a qué frecuencias están vibrando otros seres unicelulares. Existe una ley armónica entre ellas. A este respecto, son interesantísimas las investigaciones de James Gimzewski, que “escuchando” las células, pudo detectar que éstas vibran a diferente frecuencia cuando se encuentran enfermas que cuando están sanas y a su vez, varían su frecuencia si se las somete a distintas temperaturas.
Deseo que el artículo haya resonado contigo. Un cordial saludo.
Avrati.